El riego en la agricultura consiste
en la aportación de agua al suelo para que esté disponible para los cultivos. La
cantidad de agua disponible en el suelo es un factor muy importante a la hora
de la producción agrícola, ya que un exceso puede provocar podredumbres y una
falta de agua puede llegar a provocar la desecación de los cultivos.
Por otro lado, si en riego es
localizado, a la vez que le aportamos el agua a los cultivos, podemos hacer
también el aporte de los fertilizantes mediante sistemas de fertirrigación. Este
sistema consiste como podemos ver en la Figura 1 de unos depósitos que
contienen las soluciones nutritivas para las que se ha programado su aplicación
a lo largo del ciclo de producción de nuestro cultivo. La solución nutritiva
entra en nuestro sistema de riego mediante la programación de bombas inyectoras
que lo insertan el caudal del agua. Este tipo de abonado requiere de una
importante inversión económica, pero que con el paso del tiempo se amortiza
porque la aplicación de los productos es directa y las pérdidas de éste prácticamente
inexistentes.
FIGURA 1 (www.floramu.com)
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